29/9/07

Crítica





No entiendo porque todo se traduce a palabras ,


Desde lo más hondo a lo más elemental,


¿Acaso nadie sabe? Son frases las miradas,


Y no todo tiene una traducción verbal.




Reímos a menudo, sin sentir alegrías,


Solo por el burdo deseo de agradar.


Nuestras almas quedan, poco a poco, vacías,


Porque ya nada es propio, todo es imitar.




No nos apasionan ni siquiera los afectos,


Que con tantos años destiñen su color,


Y vamos por el mundo creyéndonos perfectos;


Sin emocionarnos y sin sentir amor.






Este poema fue rescatado de mis cuadernos de chica por mi abuelo, cuando lo escribí tenía catorce años y estaba en primero medio. Para mi era raro notar que en ese momento me llamara tanto la atención la falta de emotividad sincera. Hoy siento que era por la sed de pertenencia que lleva a algunas personas a transar sus sueños a cambio de un poco de protagonismo, sin ver que están perdiendo lo único que en verdad tienen.


Casi nunca hago comentarios de opinión en mi blog, pero creo que esta vez lo amerita:
Me dá verguenza esta sociedad y el fenómeno "Wenna Naty". Me da verguenza que estemos dispuestos a hacer el amor sin enamorarnos. Me da verguenza... y me incluyo en esto, que se nos olvide siempre que estamos acá para vivir el hoy con todo el corazón todos los días.
Micaela del Alba

No hay comentarios: