A veces estar embarazada es como ir al bosque, uno donde no sabes que cosas puedes encontrar en cada rincón y pierdes la perspectiva porque cada cierto tiempo aparecen miedos; qué si los silencias te acechan como fieras. A veces son imaginarias, otras veces son muy reales.
En este bosque tienes aliados qué te acompañan pero en fondo estas tu atravesando tus propios límites, buscando coraje y sacándolo de donde no pensabas que existía.
Y justo cuando estas a punto de rendirte... llega alguien más, ese hijo que ha estado contigo todo el camino acompañándote, aunque a veces no fueras realmente consciente de él, esa persona que te ha elegido no sólo para acompañarte en el bosque si no que también te ha usado como puente para llegar a este mundo.
Y al final, es esa vida que te atraviesa, bendición de Dios misteriosa y suprema la que te convence en un sólo segundo, de que todo ha válido la pena.
Bienvenido al mundo Franz hijo nuestro 💚
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