16/11/12
Danzar
Mis pies no cuentan compases repetidos,
la existencia completa se ordena rítmicamente.
Ocho tiempos que me empujan más allá de los sentidos
mientras todo pensamiento se diluye en mi mente.
Me deshago y me rearmo en fluidez, respiro profundo.
Soy dueña de una felicidad que no cabe en el pecho,
me traslado, vuelo, fluyo, siento, voy...
bello trance de ser, sin estar por completo.
Todas las certezas suspendidas en la punta de mis pies
todos los acordes cayendo por el arco de mi espalda.
Y dentro de mi, este fuego inagotable,
esta pasión eterna, el combustible de mi danza.
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